Visitando el MMS

Esta mañana me han despertado las obras en el piso de arriba. Yo no sé qué están haciendo pero parece la mismísima obra de El Escorial.

Cuando he ido a salir de casa, me he dado cuenta de que he dormido con la puerta abierta, jajaja. A ver no abierta de par en par, sino que no cerré con llave. Aquí las puertas son de esas que se abren por dentro y por fuera. No ha sido del todo grave la cosa, vamos.

En la oficina ha estado el día entretenido, cerrando cosas porque la tarde ya sabíamos que no iba a ser nada productiva.

Primero hemos ido al Media Marketing Show, la feria de esta semana. Al Aan TV tenía allí un stand y nos había invitado a visitarles, así que eso hemos hecho. De paso, hemos visto también a un par de proveedores. En uno de ellos, Jeeran, nos echamos una partidita a la Wii. Joe estaba flipado con lo bien que se me dan los bolos; he hecho como 5 plenos.

Hemos ido en el coche nuevo de Joe. El suyo está en el garaje porque le dió un golpe fuerte en el desierto el otro día. Así que ahora se ha comprado un Jeep Wrangler de segunda mano. Es una tanqueta y, además, como es la versión descapotable, las ventanas son un incordio. El concepto no es bajar la ventanilla, sino abrirla con la cremallera, una aventura.

Luego vuelta a la oficina para terminar un par de cosas antes de irnos a un evento que organizaba uno de los proveedores, Ameinfo. Era una charla sobre los premios Cannes de este año y los del Festival de Publicidad de Dubai. A ver si el año que viene estamos ahí.

Y, para terminar el día, nada como ir un ratillo a Barasti a desconectar. Allí tumbaditos en una hamaca en la playa, con un tiempo estupendo. Eso renueva a cualquiera.

A las 23:30 ya hemos tirado para casa, hay que terminar la semana.